Más del 85% de los accidentes laborales tienen como causas principales comportamientos de riesgo, es decir, actos inseguros.
Partiendo de esta premisa, podemos afirmar que los sistemas actuales de prevención (formación, información, charlas, seminarios,…) han demostrado que, correctamente aplicados, pueden reducir los accidentes. Sin embargo, llega un momento en el proceso de implantación de estos sistemas en el que, todo lo anterior, se muestra ineficaz en la progresión de su reducción.
Esto hace evidente en las organizaciones la necesidad de abordar el cambio de los comportamientos de riesgo mediante métodos especializados en el comportamiento humano y diferentes a los utilizados hasta el momento. Es aquí dónde puede, y debe, actuar el Coaching Preventivo.
Definamos primero qué es esto del Coaching, y después veremos cuál puede ser su interrelación con la prevención de riesgos laborales.
Hay muchas definiciones de Coaching, tantas casi como coachs, para simplificar, pondré aquellas con las que más me identifico:
El Coaching, por tanto, no es un proceso de formación, sino un proceso de transformación completa, ayuda a aprender a hacer, en lugar de enseñar a hacer.